Los chilenos en el exterior trabajaron incansablemente para no perder la comunicación con su país. Diversas fueron las formas que inventaron los exiliados para enterarse de lo que estaban viviendo sus familiares y seres queridos. A nivel social, este proceso fue posibilitado, además, por una gran red de apoyo y solidaridad en la que se hicieron parte medios de información y organizaciones que permitieron seguir estableciendo contacto para enterarse de las noticias que la dictadura no difundía.
PRODUCCIÓN GENERAL Museo de la Memoria y los Derechos Humanos